Jefferson Andrés Velazquez (28), un caraqueño que llegó a Miami gracias a que su cuñado lo pidió por parole humanitario, es uno de los miles de venezolanos que celebraron esta semana la decisión del presidente Donald Trump de suspender el proceso de parole humanitario para venezolanos, porque gracias a esta medida ya no tendrá que traerse a su suegro desde Barquisimeto.