Luego de posponer por más de dos años la asignación de casas dignas para los damnificados por las lluvias, la Misión Vivienda Venezuela resolvió la situación precaria de cientos de venezolanos colocando cinco millones de máscaras de Chávez sobre el techo de sus refugios improvisados.

“No hay razón para que todas estas personas tengan que sufrir después de lo que han tenido que vivir. En el pasado nadie hubiese hecho esto por ellos, los hubieran dejado en la calle como perros. Pero el socialismo humanitario se ocupa del pueblo, y es así como decidimos techarles estos ranchos con la cara del líder de esta revolución”, aseguró Vilma Mujica, funcionaria del Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat.

Ante la crítica presentada por algunos especialistas sobre el ventajismo electoral implícito en la solución, Mujica respondió que “esos burgueses con sus intereses capitalistas no entienden que un presidente quiera estar cerca de los más necesitados. Lo que quieren es criticar, porque ellos vienen con intenciones dudosas. Pero lo que no pueden opacar son las sonrisas de esta gente”. Sonrisas que, según investigaciones de nuestro pasante subpagado, venían de ilusiones que se habían hecho los damnificados, quienes habían creído que la visita de los trabajadores que instalaron las máscaras se debía a que iban a iniciar los trabajos de construcción de sus hogares.

“Sendo embuste, mi hermano, nosotros jurando que nos iban a poner en una pieza digna y nos techan el rancho con las mascaritas esas de mierda”, declaró Ramón Molina, uno de los damnificados, quien agregó que luego de la primera llovizna, el estado de su refugio provisional pasó a ser el mismo que antes.