Si ser indigente tiene alguna ventaja, sin duda es que ya las cosas dejan de importarte. Sin embargo, Ramón González, un señor que tiene más de 10 años viviendo en las calles dedicándose exclusivamente a pedir dinero y mostrar su enorme miembro, decidió poner un alto a su vida de despreocupaciones para alzar su voz y quejarse públicamente del terrible olor que se siente en los vagones del Metro de Caracas producto de la falta de agua en la capital.

Ramón, quien debido a la escasez de efectivo ahora pide piedra directamente, habló sobre el nauseabundo hedor que se siente en el sistema subterráneo capitalino. “Discúlpame la expresión que voy a usar, porque sé que este es un medio serio y respetable, pero no hay otra manera de decirlo: ¡El Metro huele a culo lleno de mierda! Y no es solo por el orine que uno que otro borracho ha dejado por ahí, sino porque la gente huele mal, como a violín. Y yo sé que esto se debe a los ciudadanos tienen meses sufriendo la falta de agua en sus hogares, pero que hagan algo por el amor de Dios. Ni yo que soy indigente tengo ese olor a coliflor hervido. De igual manera sé que quejarse sin ofrecer soluciones no ayuda en nada, entonces le recomiendo a las personas que disimular ese olor bañándose bajo la lluvia o lamiéndose como los gatos. Eso sí, nada de taparse el mal olor con perfume encima porque eso empeora las cosas, cochinos», aseguró Ramón González quien luego nos explicó que habla tan bien porque antes era profesor, pero con lo que ganaba le salía mejor vivir en las calles.