En una movida que sin duda entrará en los anales de la historia policial de la Humanidad, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) logró hoy detener de manera preventiva al tiempo, para de esta manera dar al traste con cualquier plan conspirativo que en un futuro —ahora imposible e improbable— la oposición hubiera podido intentar.

«¡A ver cómo van a hace ahora los apátridas golpistas para llevar a feliz término sus planes subversivos del 1-S!»

–Julián Pedroza

El comisario Julián Pedroza, directivo del SEBIN, dio detalles del operativo: «Los sucesos tuvieron lugar gracias al excelente trabajo policial de los comisarios Pacheco y Chacón, dos agentes especiales de nuestra División de Acciones Especiales. Ellos se percataron de una discrepancia en sus ingresos por extorsiones y secuestros del segundo trimestre del año, así que procedieron a realizar un exhaustivo análisis forense; no sabemos si fueron ayudados por la estructura geométrica del Helicoide, pero los compañeros estaban tan metidos en su procedimiento que sin querer le dieron un presunto codazo a una bebida del tipo malta, derramaron los contenidos sobre el teclado, el Excel comenzó a vibrar, se abrió la puerta del CD y esto conllevó a que lograron romper el continuum del tiempo y paralizar la sucesión irreversible de momentos que conforman la vida misma como tal; para que todos lo entiendan: hackearon el tiempo, lograron detenerlo. Los ciudadanos aquí presentes pueden ver sus relojes, vean como las manecillas ya no se mueven. ¡A ver cómo van a hace ahora los apátridas golpistas para llevar a feliz término sus planes subversivos del 1-S!» afirmó el comisario Pedroza, que aprovechó la detención del tiempo para congelar eternamente el look vintage de su chaqueta de cuero.

Filósofos de todo el país hicieron una pausa en sus intentos de pedir plata prestada para comprar comida para advertir al gobierno sobre la peligrosidad de mantener detenido el tiempo: «Claro, con esto logran por fin evitar que el 1ro. de septiembre llegue, cosa que el Gobierno viene intentando desesperadamente» advirtió Eduardo Villasmil, director de la escuela de Filosofía del IUTIRLA de Chirimena. «Pero las consecuencias pueden ser impredecibles. Una existencia sin tiempo podría perpetuar las necesidades que tiene el pueblo venezolano. Podría incluso alterar el plano dimensional del espacio, y convertir el vacío de nuestros estómagos en un agujero negro. Además, podríamos tener a Jose Vicente eternamente. Esto es grave» afirmó Villasmil, mientras intentaba sin éxito ver al concepto filosófico del tiempo, que se encuentra detenido junto a 200 reclusos de máxima peligrosidad en una celda de 4×4 metros en el Helicoide.