Choque masivo de 45.000 gandólas genera cola por 7 millones de años

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Choque masivo de 45.000 gandólas genera cola por 7 millones de años

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El día de hoy se registró el mayor accidente de tránsito que se haya presenciado en la historia de la humanidad y el automovilismo, al chocar 45.000 gandolas, generando así una cola que se desarrollará durante 7 millones de años.

«Yo crecí escuchando las historias de las carreteras venezolanas, y de como eran un peligro horrible. Al parecer ha sido difícil despejar la vía porque muchos murieron o emigraron y dejaron los carros ahí»

–Guillermo Padrón

Para obtener mayor información sobre el aparatoso choque, enviamos a nuestro pasante subpagado al futuro a través de un portal que existe en la fuente de Plaza Venezuela a entrevistar a Francisco Flores, un fiscal del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre Mundial e Interestelar quién dijo jamás haber presenciado un accidente de tales. «Tenemos 7 millones de años tratando de resolver esta situación. Todo se originó en lo que hoy se conoce como la Nueva-Nueva-Nueva-Nueva-República-de-Venezuela, en el año 2014, en un accidente en la Autopista Francisco Fajardo ahora conocida como la Autopista Diosdado Cabello Maximus. Al principio el choque abarcó todo el territorio nacional, luego llegó a Argentina hasta ocupar el mundo entero. Siete millones de años después, tres apocalipsis y todavía estamos en esto.»

Guillermo Padrón, un venezolano cuya familia tiene más de 300 años desarrollando una vida en la cola, también ofreció sus declaraciones y dijo: «no entiendo que hacían en Venezuela antes, ¿cómo es posible que tengamos tanto tiempo en esto? No tiene ni sentido. Yo crecí escuchando las historias de las carreteras venezolanas, y de como eran un peligro horrible. Al parecer ha sido difícil despejar la vía porque muchos murieron o emigraron y dejaron los carros ahí. Que desastre esa Venezuela de antes» aseguró Padrón mientras se calentaba las manos en un caucho caliente mientras escuchaba las tonadas de Servando y Florentino quienes todavía sobreviven viviendo en tubos de líquido amniótico.

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