Gabriel León, un trabajador de una empresa caraqueña, rompió en llanto el día de hoy al revisar su cuenta bancaria. Sin embargo, León afirmó que no estaba llorando sino que se le metieron las utilidades en el ojo.

«le dije que era imposible que algo tan pequeño lo hiciera llorar»

–Carmen Lara

Carmen Lara, supervisora de Gabriel, explicó lo ocurrido: “De verdad aún no sabemos qué le pasó a Gabo. Él siempre es muy alegre, pero nunca triste y hoy así de la nada, empezó a llorar. Al principio dejé que sus compañeros más cercanos lo consolaran, pero nada. Tuve que llamarlo y preguntarle si tenía algún problema personal o algo, pero qué va, siempre dijo lo mismo: que tenía las utilidades en el ojo. Al final intenté molestarme con él y le dije que era imposible que algo tan pequeño lo hiciera llorar. Pero no dejó de llorar” sentenció Carmen Lara quien para animar a su empleado, lo invitó a comer un helado y sin querer dejó la cartera, situación que ocasionó que la utilidad en el ojo de Gabriel le empezara a molestarle de nuevo.