El joven Luis Armando Rivero, un pelabola que se autopercibe como clase media, tomó una sorpresiva pero inteligente decisión de llevar pavo asado con arándanos y hierbas a la cena de Navidad en vez de un pan de jamón, porque a pesar del relleno de caviar, seguía siendo más económico que lo que le cobraban en la panadería por el tradicional plato navideño.