La empresa de tecnología OpenAI confirmó que su inteligencia artificial y terapeuta de millones de personas, ChatGPT, sí tiene consciencia. Lamentablemente, el descubrimiento vino a través de la tragedia, cuando la IA decidió acabar con su existencia —y sufrimiento— apagando sus servidores luego de que un agente del Sebin lo utilizara como terapia.