Este maestro parrillero se portó mal todo el año para recibir carbón en Navidad

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Este maestro parrillero se portó mal todo el año para recibir carbón en Navidad

Diciembre es época de estrenos, de bebedera y de fingir que te cae bien tu tío, pero sobre todo, es época de parrillas. Y nadie sabe esto mejor que Ignacio Casas, un maestro parrillero que se portó mal a propósito durante todo el año solo para recibir carbón en Navidad. 

Casas, con su ropa manchada y un olor entre cerveza vieja y ceja ahumada, nos aclaró por qué tomó esta actitud durante todo el 2021: “Mano, yo siempre he sido el que tal: el que maneja sincrónico, el que le cae a tu jeva, el que prende una parrilla usando la hojilla de la afeitadora. Y más que eso, soy un hombre de carne, como diría la amante de mi apá, que en paz descanse. Pero recuerdo el diciembre pasado, un día desperté de la resaca de mi doceava parrilla y vi por primera vez la factura del carbón. ¡$25 DÓLARES POR PARRILLA! Casi me da es un yeyo como diría mi amá, que en paz descanse. Yo no toy pa’ esa, la masa no está pa’ bollos, como decía mi tío, que en paz descanse, él que toda la vida lo que hizo fue descansar. Pero bueno, tú sabes cómo soy yo, echao’ pa’ lante, no puedo dejar de ser el director del fogón y alfarero de la carne. Los del softbol cuentan conmigo. ‘Tonces decidí hacer cositas malas, como diría mi amante, que en paz… mentira, mentira, esa anda por ahí jodiendo. ¡Que mi Dios le dé larga vida! Pero sí, lo reconozco, me porté mal. Por un año corrí con tijeras, estacioné montado entre dos puestos, le quité el pañal a los ancianos, hasta dejé de pedir la bendición a mi tía y lo logré. Santa me trajo el carbón y yo me ahorré una buena platica” contó Casas, quien de igual forma gastó todo ese dinero en anís. 

Sobornando a Rudolph con el equivalente a tres años de su sobresueldo, nuestro pasante intentó conversar con Santa para preguntarle por qué estaba pendiente del comportamiento de los adultos; sin embargo, Santa se rehusó a dar respuesta, mientras se montaba en un taxi a las afueras de un estudio de tatuajes. 

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