
Chamo que se regresó al país lleva 6 horas esperando que llegue la luz para avisar que ya llegó
Al igual que muchos de sus compatriotas, Eduardo López es tan sólo uno de los miles venezolanos que sucumbieron ante la nostalgia y decidieron regresar a Venezuela para volver a disfrutar del exquisito ron, las playas más hermosas del mundo y los interminables matraqueos en las alcabalas. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para el caraqueño de 32 años, quien luego de hacer escala en 27 países y viajar de pie en los aviones de Conviasa, llegó a Maiquetía para descubrir que no había luz, por lo que lleva 6 horas esperando a que vuelva para poder avisar que llegó al país.
Nuestro pasante subpagado, quien se encontraba matando tigre cargando las maletas de la gente en el aeropuerto, aprovechó para entrevistar a López: “Honestamente yo estaba muy feliz en Madrid, lo único fue el choque cultural de que si no trabajas no comes, eso sí me pegó full”, aseguró el joven que había emigrado hace 4 años. “Además, yo siempre veía que mis panas subían historias bebiendo los fines de semana, y me decían que el que no hace plata es porque no quiere, que se consigue de todo. Al final me ganó la nostalgia, porque de verdad que no hay nada como mi Venezuela. Pero siendo honesto, estando acá puedo decirte que no se ha arreglado un coño. Llevo como 6 horas aquí esperando que llegue la luz para poder avisar que llegué para que me vengan a buscar, porque la señal no existe y tampoco hay taxis afuera porque no hay gasolina. De paso un guardia nacional me quitó $20 por llevar puesto el tapaboca al revés y los de Conviasa me abrieron las maletas y me robaron todos los boxers que no estaban rotos”, concluyó López, mientras lo botaban del aeropuerto porque estaban cerrando.