La ley, la justicia y el estado de derecho no se venden en bolívares en Venezuela. Eso lo sabe muy bien el juez Andrés Eloy Aguilar, quien mantiene su profesionalismo y convicción por la justicia en cada proceso penal, especialmente durante los 10 minutos que tardan en pasarle el comprobante de pago por Zelle. Ahí sí ya no hay nada que hacer.

“En mi despacho jamás aceptaré ni un sólo Bolívar en efectivo, ni una transferencia del Banco de Venezuela, ni mucho menos ‘un chocolatito’, porque mi ética y moral no tienen precio en monedas devaluadas”, afirmó el juez Aguilar, mientras se armaba un porro con archivos de juicios desestimados porque que sí pagaron en dólares. “En este país, mientras yo esté vivo, nunca va a importar si usted es pobre, rico, enchufado o honesto, la balanza de la justicia funciona exactamente igual para todo el mundo, el que pase más por Zelle gana. Si no le gusta como funciona entonces váyase, monte su empresa honesta, bien tranquilo, y trate de salir adelante sin que lo joda algún enchufado que sí tiene plata para hacer lo que le da la gana y llevarlo a la quiebra, así de sencillo”, sentenció el juez, mientras sentenciaba a 20 años de cárcel a un viejito de 70 años por difamación, tras denunciar que le falsificaron la firma.