El régimen de Nicolás Maduro, quien adelantó la navidad para comer hallaca con arequipe en octubre sin ser juzgado, iluminó el centro de torturas de El Helicoide, en Caracas, y lo utilizó para lanzar fuegos artificiales. Este festejo atrajo la atención del Espíritu de la Navidad, quien se acercó a la instalaciones, donde terminó desaparecido junto a los más de 850 presos políticos que hay en el país.