Victor Marcano (16), destacado bachiller de la promoción XXVII del “Santísimo Señor al fin me Gradué”, utilizó todos los conocimientos que aprendió en la cátedra de química durante sus últimos años para mezclar en porciones perfectamente simétricas el yogourt y el anís, que sería ingerido —y luego regurgitado— durante su —absolutamente ilegal— celebración de grado.

Marcano, también eximió castellano gracias a todas las labias aplicadas en Tinder, ofreció sus declaraciones en la enrumbada caravana de graduación: “Wuuuuuu, nos graduamoooos. No pude perder la oportunidad perfecta de hacer un buen ‘Power Ranger Rosado’. Me lo merezco, ya al fín soy un adulto y estoy listo para la vida, fíjense cómo logré utilizar el conocimiento para algo útil. Hice un trago que reaccionó de manera perfecta para que todos cumpliéramos el deber de emborracharnos y hacer cochinadas el día de nuestra graduación”, aseguró el joven Marcano mientras que comenzaba a preparar un nuevo brebaje con Gatorade y gasolina.