"Mi amor, pero... ¿tú estás molesta?" pregunta Maduro a los venezolanos

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"Mi amor, pero... ¿tú estás molesta?" pregunta Maduro a los venezolanos

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El día de ayer en horas de la madrugada, el teléfono repicó en millones de hogares del país. Al contestar, los adormilados venezolanos escucharon del otro lado de la línea la voz del presidente Nicolás Maduro, que les preguntaba a sus compatriotas si estaban molestos o les pasaba algo con él.

‘Hola María, soy yo Maduro’ fue lo primero que dijo. Yo le respondí que yo sabía reconocer esa voz, porque he tenido muchas pesadillas con él

–María Méndez

En nuestra redacción obtuvimos la grabación del mensaje que despertó a todos los venezolanos. Se puede escuchar la compungida voz del primer mandatario que consultaba con insistencia a sus gobernados lo siguiente: «Hola mi amor. Es Nicolás. Sí, Nicolás. Maduro. Te llamaba porque quería saber si tú estabas molesto o molesta conmigo, no sé si te pasa algo, es que habías quedado que me llamabas ayer y nada, no me respondes los mensajes y hasta me dejaste en gris en Whatsapp. ¿Fue algo que hice? ¿La cagué? Avísame, tú sabes como soy yo que la cago y no me doy cuenta. Apenas oigas esto avísame, ¿oíste? Que estoy preocupado y no me gusta que me dejes así con esta incertidumbre. Un beso, te quiero, gracias por no sacarme de la Presidencia, chao».

Pero este no fue el único mensaje filtrado ya que María Mendez, una señora de 45 años logró levantar el teléfono de su casa a las 4:31 de la mañana. Méndez aseguró que al oír el repique sintió miedo en bruto. «Yo levanté ese teléfono con un susto que no te imaginas ¿Una llamada a esa hora? A esa hora llaman por secuestros, muertos o golpes, yo pensé que habían matado a alguien pero no, era Maduro. En lo que escuchó mi voz, se puso todo nervioso, como que no esperaba que le atendieran. ‘Hola María, soy yo Maduro’ fue lo primero que dijo. Yo le respondí que yo sabía reconocer esa voz, porque he tenido muchas pesadillas con él. Y ahí dijo ‘ah, entonces sí estas molesta, perdón’ y trancó. Pero claro, trancó mal y se escuchaban sus lágrimas. Muy patético todo» dijo la señora Méndez mientras su esposo asentía al fondo.

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