En la mañana de hoy, La Guaira, estado Vargas, se llenó de júbilo y gozo cuando Sebastián Ruiz, un trabajador del puerto, gritó: “¡LLEGÓ COMIDA AL PUERTO!” aunque la alegría no duró mucho porque solo era un barco que vino a poner combustible.

“No fue por echar broma, ni nada. De verdad me emocioné y no fui el único. Todos dejaron de hacer su trabajo para juntarse en el puerto a ver el barco venir desde lejos. Empezamos a fantasear con qué podía traer: Harina, aceite, leche, carne, azúcar, pollo, lo que fuera estaba bien. Nos dejamos llevar, ya no había limites en nuestra imaginación. Es más, hasta llegué a soñar que podía traer Pingüinos Marinela ¿Sabes? De esos ricos, dulcitos, con crema, ahh… Hasta dejé caer una lágrima y todo. De verdad será inolvidable, pero como de lo bueno, poco. Cuando llegó el barco, no traía nada. Solo venía a cargar gasolina. Igual agradezco el buen rato que nos hizo pasar ese barco. Gracias a eso siento que ya tengo el estomago full. Tanto así que hoy no comeré” concluyó Ruiz quien no dejaba de darnos las gracias por cubrir esta noticia que en cualquier otro país normal no sería noticia.