
Chamo sin seguro medico se mete a furry porque el veterinario es más barato
José Segovia, un joven caraqueño de 26 años, es tan sólo uno de los miles de venezolanos que se han visto afectados por la inexistente salud pública en el país, las clínicas cobrando $5.000 por una pastilla de Ibuprofeno y los seguros médicos privados cubriendo sólo el 10% de la empanada de queso del cafetín de la clínica. Por esta razón decidió adentrarse en el mundo furry y poder cuidar de su salud yendo a un veterinario más barato.
Mientras espera su turno en la consulta sentado en su respectivo kennel, el cual comparte con un poodle que no para de montarle la pierna, Segovia nos explicó su decisión: “Chamo lo que pasa es que creo que tengo unas piedras en los riñones porque el otro día tomé agua del tubo. Apenas tuve chance fui al CDI y el médico integral comunitario que estaba ahí me dijo que lo que tenía era cáncer de clavícula lumbar. Como obviamente me pareció un loco me fui a una clínica privada, pero el seguro dijo que sólo cubrían el equivalente a 30 bolívares en gastos médicos mensuales, y me tocó pagar de mi bolsillo. El problema es que el costo por hacerme el eco en los riñones era ambos riñones y un cuarto de pulmón. Entonces nada, me tocó gastarme mis ahorros comprando un traje de furry y aquí estoy, esperando que el veterinario me atienda”, aseguró Segovia, sin saber que el veterinario lo iba a dormir para acabar con su sufrimiento.