Venezolano en el exterior contrae COVID-19 a propósito para que no lo manden de regreso a enfermarse de comunismo

Gente

Venezolano en el exterior contrae COVID-19 a propósito para que no lo manden de regreso a enfermarse de comunismo

Andrés Berríos es un joven que está varado en Panamá desde marzo, por el cierre de operaciones aéreas en Venezuela. Ahora que el gobierno venezolano está ofreciendo un vuelo humanitario de regreso al país, Berrios decidió hoy salir a pasear sin máscara por el casco histórico de Panamá, con el propósito de contraer coronavirus y así evitar regresar a su país natal a enfermarse de comunismo.

Berríos nos contó a través de una videollamada sobre esta drástica decisión: “Yo sé que la medida suena un poco extrema mi pana, de verdad, yo me escucho cuando hablo y oigo lo loco que suena todo esto. Pero es que tengo más chances de sobrevivir al coronavirus que al comunismo. Esa batalla la he peleado muchas veces, y en todas salgo perdiendo; en cambio el virus con todo y que es un fastidio y un riesgo, por lo menos eventualmente darán con una vacuna. Contra el comunismo no hay vacuna que valga, y te juro —te juro— que si contraigo comunismo otra vez, no creo que salga vivo de esa, hermano. Al principio de la cuarentena pensaba: ‘verga, todo este rollo y yo aquí en Panamá, no hay vuelos, no hay nada’.  Estaba en pálida, quería regresar. Pero poco a poco fueron saliendo las noticias, que si los hospitales, que si el FAES, que si el Sebin, y dije ‘no, mi hermano, estoy a salvo, igual no habrá vuelos pronto’ Ahora y que están haciendo un vuelo humanitario para el sábado. Mi loco, yo para allá no vuelvo. Por eso decidí salir sin máscara, perseguir a todo el que viera tosiendo, abrazando a todo enfermo y besando con consentimiento a chamas que se veían con gripecita. Ya siento los síntomas del coronavirus. Es medio chimbo pero ya con siete meses aquí hice amigos en todas partes, conseguí una chamba que me permite comer alguito, me he reconciliado con unos tíos y cada vez estoy más cerca de saber a dónde fue mi papá a comprar cigarros hace veinte años”, concluyó Berrios, quien a pesar de toser cada vez más fuerte no dejó de mostrar una gran sonrisa.

PUBLICIDAD