La Organización de las Naciones Unidas (ONU) gestionó cerca de 66 millones de dólares para luchar contra el hambre en Venezuela en 2022, de los cuáles se invirtieron 64 millones comprando unas papas trufadas en un local de comida “gourmet” en Altamira, mientras que el resto del presupuesto se gastó con medio vaso de refresco, según indica el informe anual del organismo difundido este lunes.

Nuestro pasante subpagado –quien a pesar de vivir en condiciones precarias jamás ha visto un centavo de la ayuda humanitaria que llega al país– obtuvo las declaraciones del Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Venezuela, Gianluca Rampolla del Tindaro: “Consideramos que el año pasado logramos grandes aportes para el país, llegando a las personas más vulnerables y necesitadas de nuestra oficina en Caracas a quienes se les quedó el almuerzo, por lo que actuamos de manera inmediata comprandoles unas exquisitas papas trufadas con medio vasito de refresco por delivery y así acabar con su trágico sufrimiento humanitario. Y bueno, ya eso es todo, según la factura ahí se fueron todos los 66 millones de dólares, ¿qué más quieren que les diga? Dejen de chismosear tanto más bien”, concluyó Rampolla, mientras se sentaba en su oficina a ver el techo, igual que todos los días.