El día de hoy, luego de pedir la cuenta en un famoso restaurante de enchufados en Caracas, Miguelito Campos, un tacaño de corazón, comentó al grupo de amigos con quienes estaba que había sido sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de los Estados Unidos (llamada OFAC por sus siglas en inglés, y sí, se pronuncia “oh fuck”) y, por ende, no podía pagar la cuenta. Dicha frase contenía más mentiras que las que su mamá le dijo creciendo en casas diferentes.

Campos, quien nunca duda de pedir 7 platos de entrada, principal, 3 postres y un cafecito grande cada vez que lo invitan a salir, nos contó sobre los hechos: “Uf, mira, cuando nos trajeron esa cuenta casi que se me salen los ojos. No lo podía creer, como 87.500 dólares esa comidita de tres personas. ¡Están locos, chico! Esa vaina no la iba a pagar ni dividida entre 100 personas. Ni que fuera el alquiler de mi apartamento. Eso era mucha plata, incluso para mis estándares. Entonces, ni gafo que fuera, dije que estaba dizque sancionado por la OFAC para que me dejaran tranquilito. Ellos le tienen caga a eso, ¿oíste? Y bueno, saben que nadie en este país tiene esa cantidad de dólares en bolívares, así que entendieron. Ojo, para no ser tan boleta dije que las próxima la pagaba, eso sí: si es que la Unión Europea no me sanciona pronto. Es mentira, por supuesto, yo puedo pagar máximo 5 dólares. Hay que ser inteligentes con la plata”, concluyó Campos, quien según sus propias palabras está triste porque “ya no se puede salir a comer en este país”.