En un bloque de la urbanización Cruce Cañón, en Fortnite, cientos de venezolanos han ocupado viviendas huyendo de la crisis humanitaria chavista, así lo han denunciado los jugadores quienes no se sienten cómodos disparando en los hogares de estas personas. 

Ya van 4 meses que los jugadores evitan aterrizar en Cruce Cañón, apenados con los venezolanos que llegaron buscando algo de slurp para sus familias y una vida digna lejos de Yaracuy, pero que lamentablemente se encontraron con un sistema que los ignora por completo. Según nos cuentan los jugadores, la situación es crítica, ya que, por mucha presión no consiguen que el alcalde de Fortnite regularice a estos habitantes, quienes se ven forzados a trabajar en negro y a recurrir a vendajes del juego porque se les niega el acceso a la sanidad pública.

Por lo pronto la comunidad internacional solo ha hecho comunicados, y la Corte Penal Internacional pidió 45 añitos para analizar bien bien el caso y enjuiciar a los verdaderos responsables de esta crisis, y mientras tanto, la comunidad venezolana en Fortnite sobrevive como puede, recolectando pistolas y arepas de los cofres, y cubriéndose con paños con vinagre para que no les afecte la tormenta púrpura.