El día de ayer el Gobierno Nacional instaló satisfactoriamente un puente provisional en Cúpira, estado Miranda, que permitirá el paso de vehículos livianos y de carga hasta 35 toneladas. Esta noticia fue motivo de celebración para los ministros, quienes reventaron botellas de champagne contra el recién instalado puente para festejar haber solucionado un problema que nunca debió ocurrir.

El Ministro de Transporte, Juan García Toussaintt, celebró junto a la población de Cúpira la rápida respuesta del gobierno. “En apenas 11 días logramos instalar un puente de guerra en el lugar del antiguo puente principal, al cual nunca le dimos mantenimiento ni le controlamos el peso de las gandolas que transitaban por él. Esas tonterías de prevención son cosas de la Cuarta, ahorita si se cae algo, hay billete para volver a montar una versión nueva y un poco más chimba del original. Por eso es que le quitamos el cuidado de las vías a las gobernaciones, para que cuando pasen estas cosas por nuestra negligencia, demos la impresión de que somos rápidos y que tenemos todo bajo control.” Explicó el Ministro, quien aseguró que esperarán a que la ciudad de San Cristobal se convierta en una isla para luego tomar algún tipo de medida.

Por su parte, Rafael Ramírez, Presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), declaró a VTV el éxito revolucionario al lograr apagar el incendio de la Refinería de Amuay. “Solamente tardamos tres días, eso es vivir en socialismo y revolución. Quizá nos tardamos un poco más de lo que debimos, pero eso es porque no hay un solo avión de esos que llevan agua a incendios lejanos y los Sukhois lo que te cargan es gasolina. Pero, tranquilos, ya logramos apagar el incendio en su totalidad, por eso declaramos que esta es una fiesta bolivariana. Esta experiencia nos enseñó que el Gobierno Nacional está totalmente preparado para cualquier catástrofe causada por nosotros mismos.” Manifestó Ramírez mientras le anunciaban que PDVSA pagará el nuevo elevado de Bello Monte, en Caracas, cuando eventualmente se caiga.