Un grupo de jóvenes estudiantes de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se reunió el pasado viernes con la intención de pasar un rato distinto. Sin embargo el alto costo del alcohol los dejó sin opciones, por lo que se vieron obligados a estudiar.

«por fin entendí que era una integral, aprendí a estructurar y hasta me enteré que estudio ingeniería civil»

–Roberto Sivoli

Nuestro pasante subpagado, quien fue a la reunión pensando que iba a beber gratis y terminó aprendiendo derivadas, entrevistó a Roberto Sivoli, el compañero más flojo del grupo: “Nah, ¡qué cagada de reunión! Yo pensé que la vaina iba a terminar en una locura, que hasta estaba preocupado porque seguro al día siguiente íbamos a tener que limpiar vómito, pero nada de eso. Cuando fuimos a hacer una vaca nos dimos cuenta que no llegábamos ni a una de Carta Roja, ¡ni siquiera a una de Canelita, y eso que Alejandro puso su quincena completa! Luego revisamos toda la casa a ver si había algo que tomar y que va, es que ni Sagrada Familia encontramos. Alguien gritó ‘¡yo estoy que le entro al alcohol isopropílico!’, pero menos, si de vaina tenían jabón azul en el baño. Así que ni modo, no nos quedó más que estudiar. Que para ser sincero, me sirvió mucho porque por fin entendí que era una integral, aprendí a estructurar y hasta me enteré que estudio ingeniería civil. Qué loco, ¿no?” afirmó Sivoli mientras le ponía sábanas a un sofá para quedarse a dormir, porque la mamá del dueño de casa les dijo que ni de vaina iba a agarrar un carro así, con esa cabeza llena de números.