El acto político «Artistas con María Bolívar», llevado a cabo la mañana de hoy, fue un completo y rotundo éxito cuando la candidata recibió en una placita del centro de Maracaibo a un malabarista de semáforos y a una doña que hace tatuajes de henna en una playa de Morrocoy.

El malabarista, que dijo llamarse Güinipú a secas, cuyo juicio parecía nublado en parte por el crack y en parte por no haber comido nada en 5 días, afirmó que estaba allí para demostrar su compromiso ineludible con la democracia. «Bueno, sí, ¿tú ves aquel semáforo que está allaíta? Ahí me reúno yo con mis voces internas y entre todos hemos creado un colectivo, pues, ¿así no es que se llaman los artistas ahorita? Yo quiero lo mejor para la sociedad y creo que ella es. ¿Por qué? Porque sí pues. Porque es. Uno no tiene porqué estar explicando sus motivos. Guá, ¿y por qué te voy a decir mis verdaderos pensamientos? ¿Cómo se yo que tu no eres un zombie extraterrestre comecelebros?» le afirmó Güinipú a nuestro pasante subpagado, que se sentía por primera vez en muchísimo tiempo una persona afortunada. «Además la señora María una vez me dio media canilla. ¿Cómo no voy a estar con ella? Uno te es agradecido, men». Por su parte la señora Mariana Yepes, que regenta un puesto de tatuajes de henna / venta de huevos sancochados / trencitas / masajes artísticos con agua de may / y algo más en una playa de Morrocoy, también mostró su respaldo a la candidata Bolívar, aunque al final admitió que ella estaba allí solamente para pedir prestado el baño. «Sí, chico, lo que sea. Viva María. ¿Me vas a prestar el baño o no? Mira que me estoy haciendo pis».

La candidata Bolívar agradeció el gesto y prometió corresponderlo al llegar a la Presidencia de la República. «Lo primero que voy a hacer cuando llegue a Miraflores es agarrar a todos estos artistas y darles un manguerazo con jabón azul; después, les voy a poner un sueldazo como de 200 bolos a cada uno para que no tengan que vender su arte en los semáforos o haciendo monólogos chimbos y además les voy a dar créditos para que tengan limosinas y teatros y se puedan echar champú con agua Minalba y todas esas cosas bien pero bien finas que le gustan a los artistas. Los artistas le hacen falta al pueblo, vale, un montón. ¿No?» comentó Bolívar, mientras le pedía cinco bolos prestados a Güinipú para pagar la cuenta.