Crisis económica amenaza con desaparecer segundas familias

Gente

Crisis económica amenaza con desaparecer segundas familias

La crisis económica está amenazando con cambiar la estructura familiar venezolana que tradicionalmente ha estado compuesta por padre, madre, hijos y otra familia totalmente oculta de la primera. Históricamente, muchos hombres venezolanos han mantenido a una o más familias además de su familia principal. Sin embargo, la combinación de bajos salarios, el alto costo de la vida y unos veinticinco años de chavismo ha hecho que esta práctica sea cada vez más insostenible. 

Según informes, un hombre necesitaría al menos 5472 salarios mínimos para mantener dos familias de clase media de manera cómoda pero no holgada, es decir, sin la posibilidad de adquirir diablitos o cheez whiz en los mercados. Esto pone de relieve la grave situación del país que se encuentra más apretada que pantalón de toyotero, donde el salario mínimo ya no es suficiente para mantener las necesidades básicas de una familia, y mucho menos de dos.

Gilberto Rosales, de 57 años, emigrado recientemente a Houston en busca de una mejor remuneración, ilustra el dramático caso de un hombre que se ha visto en la penosa necesidad de abandonar a una de sus dos familias por culpa de una economía fallida. Él recuerda con nostalgia las historias de su progenitor, quién mantuvo a más de dos familias y uno que otro hijo no reconocido con un simple trabajo de vigilante. Sin embargo, hoy en día, Rosales se ve obligado a trabajar arduamente para mantener la pírrica cantidad de tan solo a una esposa, sin ninguna posibilidad de amante, ‘culito’ o alguna visita casual a las habituales prostitutas.

El futuro de Venezuela parece incierto, sin embargo, hombres como Rosales, siguen manteniendo la esperanza de que algún día el panorama pueda cambiar, que la capacidad de mantener dos familias vuelva a ser una necesidad primordial y no un lujo que algunos árabes puedan costearse. Que aunque la estructura familiar pueda cambiar, la determinación de los hombres de tener hijos de manera irresponsable siga existiendo. En esta lucha, quizás, reside la verdadera esencia de ser venezolano.

PUBLICIDAD