Abuela finge su muerte para no tener que cuidar a sus nietos durante las vacaciones escolares
El sonido del teléfono fijo en una casa a las 3 AM es sinónimo de dos cosas: que tu novia está embarazada —y te llama a la casa para que todo el mundo se entere— o que tu abuela falleció. Esto sucedió en el seno de la familia Valdez, cuando la abuela, Felícita Valdéz, utilizó el comodín de esta llamada para fingir su muerte y no tener que cuidar a sus nietos durante las vacaciones escolares.
La abuela —desde un féretro que compró como coartada— ofreció su declaraciones: “Ya llegaron las vacaciones y la verdad es que todos los años me encasquetan a los niños es a mí, estoy cansada ya. Quiero pasar mi vejez tranquila. Quiero ver todos los programas de Antena 3 que pasen en Netflix… quiero salir a jugar bingo con mis amigas y chismear con café todas las tardes sin tener que supervisar que Luisito no se mate o quitarle el teléfono a Valeria porque se mete en el fulano istagra (sic) ese para andar de prostituta”, aseguró la señora aseguraba que estaba teniendo un infarto real.