Régulo Guaidó, Mascota (E) del Presidente (E) Juan Guaidó, se opuso a salir a dar su tradicional paseo diario con su dueño por temor a las represalias que pudieran haber en su contra, teniendo como antecedentes las detenciones efectuadas por el Servicio de Inteligencia Bolivariana (SEBIN) —ó, como le dicen los opositores, “NOOOO, POR FAVOR”— al entorno de confianza del presidente de la Asamblea Nacional.

Enviamos a nuestro pasante subpagado con un traductor perro-humano que descargamos en Google para que tomara las declaraciones del primer perro interino de la República: “¿Salir yo por ahí con Juan? ¡La pinga! Ni de vaina me van a ver a mí por ahí pagando la panza, yo sé lo que le hacen a la gente que se llevan al Helicoide, los ponen a hacer pupú en bolsa y a comerse su propio vómito. Por eso le hice entender muy bien, mostrándole los dientes y haciéndome pipí en la sala, que no iba a salir con él a pasear hasta que por fin cese la usurpación. Que me saque la suegra, que me saque Fabi, ¡qué va!”, sentenció el canino, mientras se lamía las bolas porque, a fin de cuentas, Régulo sigue siendo un perro.