César Guerrero, un joven de 28 años, dejó el día de hoy una trampa de su cocina. El anzuelo fue un refresco envenenado en la nevera que ocasionó la muerte de todo el personal.

«¡Son demasiado lambucios! o bueno, eran»

–César Guerrero

“No me siento ni un poco culpable porque la verdad ya me tenían cansado. Es que no importa lo que yo dejara en esa nevera, se lo comían igual. Con decirte que una vez dejé un plato con las pasas y alcaparras que nadie se come de la hallaca y la vaina no duró ni medio día ¡Son demasiado lambucios! o bueno, eran.  Aunque debo admitir que siempre pensé que era solo un par los que agarraban cosas sin pedir, pero no, resulta que hasta el dueño de la empresa andaba en eso” sentenció César Guerrero mientras detenía a nuestro pasante subpagado quien estaba a punto de tomar un vaso del refresco envenenado.

Por otra parte, Jorge Ramos, oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), afirmó no saber si llevar o no preso a César. “Realmente estoy un poco confundido. Porque aunque hay varios de muertos, yo no veo ningún delito. El ciudadano en cuestión lo único que hizo fue dejar un fresco en la nevera con su nombre y todo. Allá los otros que se pusieron a estar agarrando lo que no es suyo ¿no es así? o debo tomarlo como ajuste de cuentas ¡Coño no sé!”.