Juan Andrés Rodríguez, un joven de 23 años, sufrió horas de ajetreo, fastidiar a sus amigos y hacer cosas un poco ilegales para conseguir dinero en efectivo para un taxi que no igualmente no va para allá.

El joven Rodríguez, quien tuvo que besar a un cajero de banco para conseguir efectivo, comentó: “Me siento sucio por las cosas que tuve que hacer para conseguir el efectivo para irme en el taxi hasta mi casa. Yo sabía que me iba a cobrar bien caro así que estuve casi en 8 bancos, pedí plata en el metro y hasta robé a un mendigo para completar el dinero. Pero cuando lo logré y me tocó agarrar el taxi, el tipo me dijo lo que siempre dicen esos malditos: ‘no voy para allá, papá’. Debe ser que son millonarios para no querer trabajar. Ahora no puedo volver a mi casa y no sé qué haré con este efectivo. Capaz monto un puesto acá y lo vendo al 100%” comentó Juan mientras le decía a su familia en Cúa que no los vería más nunca.