
El señor Armando Febres, arpero profesional mejor conocido como “El Uñero de Corozopando”, denunció hoy el acoso que ha recibido por parte de sus compañeros del mundo de la música llanera; el simple hecho de haberse hecho las uñas acrílicas para mejorar su desempeño como intérprete de su instrumento lo convirtió en el blanco de sus burlas.
A su regreso de un viaje que lo llevó al llano en busca de una carne en vara para nuestro almuerzo, nuestro pasante subpagado logró conversar con un compungido señor Febres: “Como le digo, camarita, la homofobia en el gremio está desbordada. Yo que pensé que me la estaba comiendo, nojile, con estas uñas buenísimas, y resulta que los compañeros me han llenado de insultos como: ‘argolla’, ‘pargo’, ‘tremendo mariposón’. ¡No hay derecho! ¡Mira como resuena este bordón con estas uñas de gel! Ah, pero ellos no ven eso; lo de ellos es insultarlo en su hombría a uno. La verdad es que el llanero promedio es como mi papá: machista. No hay nada que pueda sacarlos de ahí, ni siquiera el mejor solo de arpa en el Rucio Moro, nada. Ni comerse un kilo de carne en vara o filetear un cochino con las uñas, nada. Yo soy un hombre y sé que tener uñas de gel no daña mi masculinidad, que lo diga mi burra”, afirmó Febres, mientras se ponía un motivo de Luis Silva en las uñas.