La peor pesadilla de Bárbara Luzardo, una joven que pasó todo 2020 huyendo de las fiestas y reuniones por Zoom, se hizo realidad anoche cuando su familia, desperdigada por diferentes países del mundo, se reunió en una videollamada para celebrar la llegada del año nuevo a pesar de la distancia. Sin embargo, lo que no tenían previsto —y lo que le echó a perder la noche a Bárbara— es que tuvieron que gritar “¡feliz año nuevo!” siete veces a lo largo de la noche, a medida que 2021 fue alcanzando a sus familiares en los distintos husos horarios.

A través de un Zoom —no podía ser de otra manera— pudimos conversar con Bárbara Luzardo, quien nos comentó sobre su infortunio de anoche: “Me quiero morir. De pana. Me embaucaron con el cuento de que ‘coye, es que los abuelos están en España y que están solos’ y caí redondita. Ok, eso lo entiendo, pero allá son como 5 horas más. Lo paso porque son mis abuelos. Pero después comenzaron dizque ‘no te vayas, no podemos dejar solos a los tíos en Santiago’ y así con ese mismo cuentico fueron la prima Anita en Miami, mi madrina en Boston, mi hermano en México, ah, se me olvidaba los que están varados en Panamá. Y mi mamá pretendió que estuviéramos todos en la misma llamada de Zoom hasta que en todas partes fuera primero de enero. Haciéndome sentir mal porque lo que quería era irme a dormir. No quiero sonar malagradecida pero qué vaina tan estúpida, vale. ¡Manda un mensajito a las 12 AM de aquí y listo! Ya sabes que te van a responder “ay, aquí todavía es 2020 je je”. Pero no, tuvimos 8 horas en esa maldita llamada, esperando que se hiciera año nuevo en California para poder felicitar a Lore que vive en Los Ángeles. Y yo lo que quería era acostarme a dormir, vale”, comentó Bárbara, a quien la maratónica llamada le permitió cumplir el primer reto que se impuso en 2021: bajarse 6 botellas de vino sola.