Las sanciones impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos al Presidente que no sale sin botones de repuesto de sus camisas, Nicolás Maduro, le permitieron al máximo mandatario venezolano ser el anfitrión de una pijamada en el Palacio de Miraflores, a la cual asistieron Bashar al-Ásad, Robert Mugabe y Kim Jong-un, jefes de estado de Siria, Zimbabue y Corea del Norte respectivamente.

«Vimos películas que nos hicieron reír como 1984 o la Lista de Schindler»

–Nicolás Maduro

A pesar de estar nervioso porque los demás presidentes se dieran cuenta que aún moja la cama, Maduro catalogó el encuentro de positivo al considerar que “¡ Es un sueño hecho realidad! Esto era lo que quería desde muy chiquito y nunca me dejaban porque siempre me decían que no tenía sanciones necesarias para andar haciendo pijamadas. Pero ahora sí pude, fui el anfitrión y todo salió mejor de lo que imaginaba. Primero vimos películas que nos hicieron reír como 1984 o la Lista de Schindler, aunque esa última era muy vieja porque estaba en blanco y negro. Luego, cuando ya era muy muy tarde como las 12 más o menos, ellos se pusieron a contar historias de represión que me dieron mucho miedo –aunque muchas ya las había visto aquí en Venezuela–, menos mal tenía a mi osito de peluche, Hugo, que siempre me protege. Al final yo fui el primero en dormirme y me pintaron un cohete en el cachete que disparaba hacia mi boca. No entendí por qué, pero no importa porque ahora sí tengo amigos de verdad que son iguales a mí” finalizó Maduro confesó que Mugabe también duerme desnudo.