Como parte de una serie de medidas desesperadas para que sus nietos la visiten y compartan un tiempo con ella, Mercedes Aristizabal, una abuelita de 78 años, fingió ser chavista.

Meche, como la llamaban sus nietos antes de ser conocida como la “abuela chavista”, nos ofreció todos los detalles de su engaño “ay mijo, yo siempre he querido que mis nietos me visitaran. Pero no lo hacían, porque estaban muy ocupados con sus estudios y sus noviecitas. Pero desde que guindé este afiche de Maduro y empecé a fingir que soy chavista, vienen todos los días y pasan 5 o 6 horas conmigo tratando de convencerme. Me traen tortas y dulces, me abrazan, me dicen que recapacite y me prestan atención. Aunque sea para decirme que si voy a votar por el PSUV no me van a llevar, pero por lo menos me escuchan” dijo Meche mientras se ponía una franela roja, a pesar de que odiaba ese color.