Cortándole la luz a la Asamblea Nacional, Corpoelec pensó que sabotearía la ya difícil labor legislativa; pero lo que no sabían en el ente eléctrico es que su acción terminaría propiciando el surgimiento del amor en el Hemiciclo, ya que 14 diputados se enamoraron en una sesión llevada a cabo a la luz de las velas.

Ya con las velas a punto de extinguirse, la ex diputada María Corina Machado, quien se encontraba de visita en el Hemiciclo, aseguró que el ambiente tenue cambió todo. «A pesar que siempre sabotea las propuestas de ley, que le grita «escuálidos malditos» a mis compañeros y cada vez que puede se para y se va, no sé, hubo algo en las velas que hizo que nuestros ojos se cruzaran y saltarán chispas. Algo mágico que nunca había sentido. Quien diría que toda esta crisis eléctrica permitirá que conociera a este hombre tan especial: Diosdado Cabello. Chávez tenía razón, tiene unos ojitos lindos» afirmó María Corina mientras comía pasta de un tupperware para recrear la escena de La Dama y el Vagabundo junto a Cabello.

«La orden hoy era levantarse e irse, pero no pude, me quedé embobado en mi curul»

–Pedro Carreño

La luz de las velas fue tenue, pero suficiente, para que Cupido apuntara sus flechas al corazón del diputado oficialista Pedro Carreño, quien decidió cambiar sus habituales groserías por románticas palabras para dirigirse a Delsa Solórzano. “La verdad es que junto a ella, no siento mi habitual reconcomio, sino un pálpito en el medio del pecho que me hace suspirar a cada rato. La orden hoy era levantarse e irse, pero no pude, me quedé embobado en mi curul, viendo la belleza de Delsa. Por eso de ahora en adelante no más groserías, solo insultaré con educación. Y si no me creen, mira como ofenderé ahora: ¡Miembro de la Unidad poco habilidoso!” le gritaba Carreño al diputado Julio Borges, quien fue el que puso la nota negativa de la tarde al quemar hasta tres escritorios para llamar la atención de alguna diputada, sin éxito.

Por otra parte las autoridades siguen tras la búsqueda de los diputados Héctor Rodríguez y Henry Ramos Allup quienes —antes de apagarse las velas— fueron vistos por última vez recitando parlamentos de la famosa obra literaria de Shakespeare, Romeo y Julieta.