Constitución llora en la ducha tras ser tocada por Maduro en juramentación

Política

Constitución llora en la ducha tras ser tocada por Maduro en juramentación

Según nos refieren familiares y testigos presenciales, la Constitución de la República entró corriendo a su casa, cerró de un portazo, se encerró en su baño y se metió bajo la regadera para aprovechar los cinco minutos de agua que pusieron para llorar; llorar a moco suelto y dejar que el agua —confundida con sus lagrimas— se llevara el atroz recuerdo del abuso del que fue víctima hoy, cuando el ciudadano Nicolás Maduro Moros la tocó impropiamente para juramentarse como «presidente» ante la Asamblea Nacional Constituyente (BDSM).

«Ese hombre puso su mano derecha encima de mí y alzó la izquierda para jurar que haría todo respetándome. ¡Ja! ¡Qué irónico!»

–La Constitución

La Constitución, quien a pesar de haber cumplido recientemente la mayoría de edad ya ha sido víctima de innumerables abusos en el pasado, por fin se armó de valor, y con el rímel corrido, contó su terrible historia: “¿Qué cómo me siento? ¡Asquerosa, sucia, me siento sucia! No sabes lo difícil que es no poder sacar de tu mente el recuerdo de todas las cochinadas que me hicieron hoy estos animales. Primero, sabía que mi destino iba a ser oscuro, cuando vi al TSJ simplemente darse la vuelta para ignorar lo que me iban a hacer. Luego me encerraron en un sitio que se parecía mucho a la Asamblea, pero que no lo era; y en donde podía oír a todos burlarse del contenido de mis páginas. Por un momento pensé que si me quedaba quieta nada pasaría. Sin embargo, no fue así; ya mi destino estaba escrito. Ma… Ma… duro… ¡perdón, ya va! Ajá, ese hombre puso su mano derecha encima de mí y alzó la izquierda para jurar que haría todo respetándome. ¡Ja! ¡Qué irónico! Sé que no es la primera vez que pasa, sé que han abusado de mí en todas las maneras posibles, pero ya no más, no puedo más. Por eso estoy aquí contando mi historia para que no vuelva a pasar a otras Constituciones. ¡Vamos! Todos a denunciar esto ya”, aseguró la Constitución segundos antes de tener que parar de llorar porque se fue el agua.

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