En el día de hoy, veintiocho millones de habitantes de un país que está cayéndose a pedazos orientaron todas sus energías a discutir conspiraciones sobre un Presidente que nadie ha visto.

Ingenieros, profesores, médicos y trabajadores de todo tipo, usaron horas y horas de su día para pelearse sobre la situación del Presidente Chávez. “Ya perdí la cuenta de cuantas horas he perdido hablando sobre Chávez. Que si la foto es falsa, que si la portada es en Photoshop, que si Mario Silva cree que el Photoshop 5 es el primero que salió. De verdad no tiene sentido, creo que hay otras cosas más importantes a las que debemos prestarle atención, como la camisa de Maduro o las declaraciones del no-gobernador Pablo Pérez.” Comentó Ignacio Yépez, un doctor de 32 años, que prefirió no atender a varios heridos de bala para poder terminar la conversación sobre si realmente Chávez llegó caminando o no.

Mientras tanto, en la refinería El Palito, un tanque incendiado todavía tenía dudas sobre si Chávez había regresado realmente a Venezuela. “No sé, yo no vi fotos ni nada ¿Cómo sabe uno que es verdad? Ya va, dame un momento que se me salió una pieza y voy a empezar a incendiarme de nuevo.” Manifestó el tanque mientras el fuego dificultaba la visibilidad de la frase “Roja Rojita” que tenía escrito.