Exclusiva: Los 8 lugares donde el gobierno quiere llevar a Michelle Bachelet durante su visita a Venezuela
La Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Derechos Humanos, Michelle Bachelet, arribará a nuestro país este 19 de junio, en una visita oficial en la que se espera que la ex presidenta de Chile constate la situación de los derechos humanos en Venezuela. Poniendo en venta uno de los órganos de nuestro pasante subpagado —que igual lo tenía repetido— conseguimos información clasificada de la agenda organizada por el gobierno del máximo mandatario de los mesoneros de Miraflores, Nicolás Maduro; por ello les podemos ofrecer, en exclusiva, los 8 lugares a los que el Gobierno quiere llevar a Michelle Bachelet durante su estadía en Venezuela:
La bodega de vinos de le Maison Diosdadé: Los sommeliers de Le Maison Diosdadé le mostraran a la ex presidenta de Chile, le mostrarán a la ex presidenta de Chile que el dinero público no reposa en ninguna cuenta corriente de ningún paraíso fiscal, sino en el sótano de una humilde morada en el estado Monagas, preservado a las condiciones ideales de humedad y temperatura, lo que desmiente las acusaciones de la oposición golpista miguelbosecísta.
Isla de Aves: En esta isla soberana la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas podrá apreciar de unas 4 hectáreas de un paisaje paradisíaco, completamente desprovisto de problemas como oposición, delincuencia, basura y escasez de productos. Como la Venezuela que se ve en VTV, pero con arenita y playita. Lástima que quede a un poco más de 500 kilómetros de nuestra realidad.
Un cuarto con papel tapiz de algún paisaje de otro país: Según informaciones extraoficiales, el gobierno del único responsable que Miraflores tenga los baños tapados, Nicolás Maduro, hospedará a Bachelet en una habitación que tiene un papel tapiz con paisajes de Bruselas, para que no vaya a perturbar su mirada con menudencias como el estado de los hospitales.
Una suite de un hotel con Netflix: Miraflores puso a disposición de la enviada de la ONU una suite con Netflix y un televisor 4K con home theater, para que se lleve la mejor imagen posible de nuestro país: la de un televisor QLED de 85 pulgadas capaz de alcanzar más de 3 millones de colores distintos. No verá nada de lo que pasa en Venezuela, pero los venezolanos tampoco.
El pedacito de Fuerte Tiuna donde todo está bello —y donde solo entran ellos—: Maduro estaría gestionando ante los cubanos un permiso especial para que Bachelet pueda entrar a esa sección de Fuerte Tiuna donde no falta nada. Los cubanos aún no han dicho que sí, pero tampoco han dicho que no, lo que mantiene con cierto lógico entusiasmo a Maduro, quien aspira a mostrarle a la comisión solo lo mejor de lo mejor —que es a lo que no tiene acceso el 99% de los venezolanos.
Pelúa: “¿Qué es una visita a Venezuela sin visitar sus playas? Una pérdida de tiempo”. Eso mismo dijeron los ayudantes del gobierno asignados a Bachelet, quienes habilitarán Playa Pelúa para que la alta funcionaria pueda disfrutar de una tarde llena de sol, arena, guacuco y, sobre todo, gente que no proteste.
Una guerra de minitecas: La guerra de minitecas es una de las expresiones culturales más típicas de la Venezuela más reciente, y Miraflores no quiere que Bachelet abandone el país sin sumergirse a sí misma en una fiesta en la cual 2.000.000.000 de vatios de poder le impedirán escuchar cualquier voz disidente.
Un hospital en el interior (pero en fotos): La gente de Relaciones Públicas asignada por el Gobierno a Bachelet le tienen preparada una visita a un ambulatorio de Caucagüita, pero por fotos de Google Maps desde la comodidad de su suite, donde la alta funcionaria podrá ver —si las 10 plantas eléctricas que tienen puestas de backup no fallan— todo el verdor tropical y exuberante que rodea a esa instalación.