Papá se hace un huevo revuelto y deja saldo de toda la vajilla sucia
La residencia de la familia Pérez Rosales se convirtió en el epicentro de una catástrofe culinaria capaz de causarle un infarto a Gordon Ramsey cuando el señor José (48), padre de familia y fiel creyente de que “si me meten en MasterChef gano es vaina”, dejó absolutamente todas y cada una de las piezas de la vajilla, cubiertos, utensilios y trapos de la cocina sucios para prepararse un simple huevo revuelto en el desayuno, al que olvidó echarle sal.
Maira Rosales, esposa del catastrófico cocinero y principal afectada del atentado en la cocina, ofreció declaraciones: “Coño, nojoda, yo lo que quería era un sólo día para mí, tranquila, pararme tarde y no hacer nada. Pero apenas me despierto me consigo con que el inútil ese usó la licuadora para batir los huevos, 7 cuchillos diferentes para picar un tomate y hasta intentó freír la vaina esa en el budare, Dios mío. Por eso es que los dejan y se van con un enchufado por allá pa’ Panamá, esa gente montará cacho todo el día pero por lo menos no joden y pagan una señora que limpia”, concluyó Rosales, mientras empacaba su maleta para irse a quedar con una prima en Caripito hasta que un equipo forense limpiara la cocina.