El presidente Hugo Chávez sorprendió a sus escoltas al ingresar hoy al juego Caracas-Magallanes sin ser pitado o abucheado, todo gracias a un nuevo bigote que lo hace pasar desapercibido.

En una de las conversaciones más extrañas que hemos tenido desde la entrevista que hicimos al copete de Vanessa Davies, logramos conversar directamente con el bigote del primer mandatario, quien confirmó de inmediato los rumores. “Oye, todo el mundo sabe que el presidente es un fanático magallanero a muerte -ay, perdón, se me salió- y que ama los Caracas-Magallanes. Sin embargo, como la canalla mediática golpista tomó los estadios para sus conspiraciones, más nunca pudo ir a un juego; y de pana y todo, ver los juegos en la tele no es lo mismo; todo el que ha ido a un Caracas-Magallanes sabe esto. A mi me da cosita con el presidente, viendo sus jueguitos en su televisorcito de 65 pulgadas, dándole volumen al Home theater, y pidiendo a los edecanes que le lancen cerveza encima… ¡pobre! Así que por eso se está dejando el bigote, para poder ir al estadio disfrazado y que nadie lo reconozca” explicó el mostacho.

“Mira, si esa es la razón, allá él. Pero desde que se dejó crecer la papada no veía un cambio tan radical en el look del presidente” afirmó Erwe Von Esse, director de Chigüianálisis y experto en imagen política. “Si vemos a fondo esta nueva movida del presidente, podemos decir que en un país machista, el bigote puede ser signo de fortaleza, de poder y virilidad. Aunque también puede ser que se esté dejando crecer el bigote para disfrazarse de motorizado y hacer depósitos en las agencias de los bancos sin hacer cola. O quizás sea una apuesta con Evo, o alguna condición comercial que le exigieron los chinos, o que esté preparando su disfraz de carnavales. Nadie sabe, excepto el propio Chávez.”