Luego del lamentable fallecimiento del reconocido médico Jacinto Convit, pionero en el tratamiento contra la lepra y la viveza criolla, los venezolanos se quedaron casi sin razones para sentirse orgullosos.

“Jacinto es y será un orgullo para nosotros, pero la verdad es que ya casi no quedan cosas por las cuales sentir esa emoción.” declaró Ramón Agustín, enfermero venezolano, admirador del Cerro Ávila y Juan Arango. “Hombres así ya no quedan, nominado al Premio Nobel varias veces, ganador del Príncipe de Asturias. La cuestión es delicada, sobretodo porque hay nuevas enfermedades que no tendrán un Convit que las resuelva, como la que tiene Diosa Canales, por ejemplo.”

Agustín prosiguió “Yo sigo siendo orgulloso de ser venezolano, aunque cada vez es mas difícil. Entre las razones que me dan muchísimo orgullo quedan La Vinotinto, las playas, la arepa con perico y el culo de Chiquinquirá Delgado. Ah, también estoy preparado para sentir orgullo cuando vea la bandera de Venezuela de refilón en los estadios del Mundial ¡Que viva Venezuela!”