El analista contable con problemas de peso, Alberto Contreras, preguntó gritando “¿Aquí no se almuerza? desesperado por el hambre que sufría apenas a las 10am.

Daniel Peña, compañero de puesto de Alberto, afirmó: “Tenías que verlo, apenas terminó sus dos empanadas de dominó con RikoMalt del desayuno se puso ansioso. Movía la pierna, se comía las uñas, giraba su silla, pero todo empeoró cuando abrió el Facebook. No aguantó y reprodujo todos los videos de recetas gringas, de esos que llevan mucha tocineta. Aunque me lo negó, vi como se babeó. Intenté distraerlo mandándole la foto de un culito. ¡No sirvió! Vio la foto y lo que dijo fue ‘Qué rico esos muslos. Como los de un buen pollo’ Ya no había nada que hacer. Su cara me daba miedo, pero no fue hasta las diez que Alberto con una agilidad que nunca le había visto, se paró de la silla y gritó ‘¿Aquí no se almuerza?’ tan duro que hasta los que tenían audífonos oyeron. La oficina se quedó en silencio, todos nos veíamos a las caras asombrados hasta que el jodedor de la oficina dijo ‘Coño gordo, tú eres una vaina’. Nos cagamos de la risa, agarramos nuestras loncheras y almorzamos con él” concluyó Peña quien tiene miedo que le descuenten el día por comer a la hora que no es.