Un imprevisto afectó el normal desarrollo del primer viaje oficial del presidente Nicolás Maduro, que lo llevó por distintos países latinoamericanos para hacer mercado. El percance ocurrió el pasado miércoles, cuando Maduro perdió la lista de la compra en alguna de las 30 suites que ocupaba en el hotel Radisson de Montevideo; el accidente trajo como consecuencia que el mandatario comprara por error trescientas toneladas de cortaúñas.

“Sí, lo sé; perdí la lista de la compra. Recuerdo que pedían carne, pollo, tomate, cebolla, aceite, pero la vaina es que no estaba seguro. Entonces llega uno y compra cebollín y resulta que era ajoporro lo que querían; o compra azúcar y los niñitos lo que usan es Splenda, ¡no joda! Y además, coño, justo apenas llegué, me hicieron esta oferta de los cortaúñas, me los dejaron baratísimos. Lo que pasa es que uno no debe ir a hacer la compra con hambre, eso siempre me lo ha dicho Cilia; lo sé, lo sé. ¿Pero esto no era lo que querían?”, gritó Maduro mientras entraba a la cocina dejando las bolsas repletas de cortaúñas en el piso. “¡Ah, entonces la próxima vez no me den una lista toda chiquitica que ni se lee y se pierde! Yo andaba haciendo mercado en Uruguay, Brasil y Argentina y entre esto y aquello, la lista se me perdió. Si no fue en alguna de las suites, seguro la dejé fue en casa de Cristina; esa mujer no para de hablar como una loca y lo marea a uno. Además por qué yo siempre tengo que hacer todo. Así que no se quejen y agarren sus cortaúñas y ven qué hacen con ellos. No sé, córtense las uñas, me imagino. Total, tienen meses comiéndoselas, ¿no?”, expresó el Presidente mientras se abría un cerveza y se sentaba a ver televisión.

Luego de sus declaraciones, Nicolás Maduro amenazó con la expropiación de Empresas Polar si alguien volvía a dejar la nevera sin comida. “No me vengan otra vez con el cuento de que los dólares no alcanzan, que si no hay harina ni pasta. Eso son los acaparadores bastardos esos. Una más y me voy a Los Cortijos y expropio esa vaina yo mismo. Recuerden que esa fue la solución cuando nos quedamos sin jugo y expropiamos Los Andes. Ahora… tampoco tenemos jugo, pero tenemos Patria, ¿no? Una Patria bien linda, la que nos dejó el Comandante Eterno y Amadísimo” exclamó el Presidente Maduro, levemente ebrio, al momento de cerrar los ojos e imaginarse un tranquilo escenario donde no tiene una familia de millones que mantener.