En un desesperado intento por ganar las elecciones, Trump se monta el santo
En la recta final de la carrera por las elecciones de los Estados Unidos, el presidente —y candidato a la reelección— Donald Trump, acudió a las fuerzas del más allá y se montó el santo, en uno de los intentos más desesperados de la historia por ganar unas votaciones.
Trump, quien ahora es hijo de Changó a pesar de que todos conocemos a su mamá, afinó detalles de su última jugada para ser reelecto presidente: “Esta elección no ha terminado, repito; esto no va a terminar hasta que yo, Donald Trump, sea reelecto como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y el líder de la corte del KFC. ¿OK? Un candidato puede optar a montarse el ánima de Changó, Oshún o Ronald Reagan para ganar cualquier elección con el poder que dan los collares. Después del despojo que voy a hacer sacrificando al doctor Fauci, todos los estados con el poder de Yemayá van a voltearse a mi favor, estoy seguro que una vez convertido a Babalawo todo el país me va a amar y las acciones de Clorox van a subir”, finalizó Trump mientras fumaba tabaco y escupía ron en la cara de uno de sus asesores.