Fiscal matraquero decepcionado porque pelúo tenía todos los papeles en regla

Gente

Fiscal matraquero decepcionado porque pelúo tenía todos los papeles en regla

Ernesto Lovera, fiscal de tránsito de la Regional del Centro, instaló su alcabala el día de ayer con la esperanza de matraquear a algún “joven pelúo con pinta de fumón sifrino irresponsable”. Pero el destino le dio un fuerte golpe, al advertir que el joven que detuvo tenía todos sus papeles en regla.

“Yo los tengo mediditos, casi siempre vienen en carros buenos escuchando la cosa esa del reggae o música eléctrica que le dicen ¿no?. Bueno uno les hace la señal de costumbre con el grito ‘¡Ciudadano!’ se bajan y siempre caen por algo; pero este muchacho que me tocó ayer tenía todo en regla. El carajito venía en una Montero solito; pensé que estaba resuelto, que saqué el mercado de esta semana. Me le acerco y le pido la cédula de una. Me la muestra, primer strike; le pido la licencia de conducir, me la muestra, segundo strike. Mi desesperación crecía y crecía; le pido el certificado médico, estaba seguro que lo tenía vencido, ¡pero no! Estaba vigente, tercer strike. Ya no sabía qué hacer y le pedí el carnet de circulación, los papeles del seguro, placas actualizadas, certificado de origen ¡y los tenía el coñísimo de su madre!, ni una cajita de Altoids con marihuana cargaba el carajito” comentó el Fiscal mientras una interminable cola de carros reducía su velocidad ante los conos ubicados sobre el rayado.

Según el Fiscal Lovera el concepto de matraqueo, aunque no es legal, se justifica porque él debe alimentar a una familia de nueve, más dos suegras. “Mi pana, yo me levanto todos los días a las cinco de la mañana lleno de ilusiones. ‘Agarra al pelúo’ es mi mantra diario con el que espero conseguir dinero para alimentar a los míos, pero lo de ayer fue una tragedia que espero no se repita, voy a tener que volver a detener a verduleros y camioncitos de pescado, que pagan mal, pero tienen manquesea una luz de cruce rota” finalizó mientras medía con la mirada la longitud de la barba del dueño de un Mustang blanco.

PUBLICIDAD