En un acto que fue calificado por el presidente Nicolás Maduro como “un regalo para el pueblo venezolano que puede costear un servicio de ron en $250”, el gobierno nacional dio inicio a la temporada navideña con el encendido de la pala de pádel del Ávila, una obra de arte que simboliza la unión, la paz y el mal gusto colectivo entre los venezolanos fanáticos de las esculturas de gorilas rojos.