Señor que no puede comprar cauchos instala alpargatas a su carro

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Señor que no puede comprar cauchos instala alpargatas a su carro

Desde hace 12 años, el señor Jose Reynaldo Simón de la Santísima Trinidad Santos es el dueño de un Aveo que fielmente lo transporta desde su casa en San Juan de Los Morros, Guárico a Caracas. Sin embargo, el alto costo de los cauchos —y la poca disponibilidad de los mismos— se convirtió en un grave problema para Santos al tocarle reponerlos, cuando se le espicharon sus cuatro cauchos el mismo día. La única solución que pudo encontrarle el señor Santos al problema se la dio su ingenio llanero: instalarle alpargatas a su carro.

“¡Qué va, catire! Estas alpargatas son de la señora mía que se las dejó la abuela que se las dejó su taita, que se las dejó la abuela y así, ¿sí?” aseguró el señor Santos, mientras salpicaba levemente con un escupitajo de chimó a nuestro pasante subpagado: “Ajá, naguará es que tu sabes allá en el interior la pelazón está fuerte, cámara. Siempre estamos resolviendo una vaina con otra, no jile. Que si no había gasolina le echábamos una guarapa ahí bien potente y esos carros andaban, pues. Medio ‘esperolaítos, pero andaban. Que si no hay luz hacemos un pisillo guariqueño pero a la parrilla. Pero no tiembles así, muchacho, ‘tas muy flaquito hasta pa’ un caldito, ñero. Bueno, el punto es que estaba llegando de Caracas de hacer una diligencias y de comprar unas cositas y ¡plácata! Se me han espichao los cuatro cauchos al mismo tiempo, ¿oyó? ¡Verga, hermano, me asusté en el momento! Pero yo agarré esas alpargatas y unas más que la señora tenía escondías por allá atrás en el patio y no jombre, quedó nuevecito. Pasé el día en eso pero ya está listo para arrancar otra vez”, nos contó Santos, quien luego le dio sugerencias al pasante sobre cómo aumentar masa muscular para no parecer “un mariposón”.

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