¡Diciembre está lleno de milagros! El primo otaku por fin se baña, la tía alcohólica consigue un novio millonario -que sospechosamente nadie conoce- y la familia entera deja todos sus problemas y diferencias a un lado para disfrutar todos juntos. Este fue el caso de la familia Enriques-Pinto, quién por un día dejó de amenazarse con envenenamientos de cianuro y secuestros express, y disfrutó de este hermoso año nuevo juntos.