
Joven decide sacar su pasaporte en Mérida a ver si emigra después de la jubilación
Para los venezolanos, sacar el pasaporte es un acto casi igual de traumático que el beso lésbico de Lightyear para padres conservadores. Que no hay sistema, que la gestora que te iba a atender ese día comió caraotas la noche anterior y no pudo llegar, y un sin fin de cosas que retrasan la obtención del documento; este caso no iba a ser distinto para el joven Carlos Molina, quien decidió sacar su pasaporte en Mérida, para que le llegara en su jubilación y emigrar a sus 70 años, la edad perfecta para empezar de 0 en otro país.