El día de hoy, el primer mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, recibió con honores en el Palacio de Miraflores a su buen amigo, “el mafioso, indecente, amenaza para la paz de América Latina y terrorista lacayo de la oligarquía cachaca” Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.

Gracias a un disfraz de indígena cubano damnificado, nuestro pasante subpagado pudo ingresar al Palacio, donde conversó con nuestras fuentes anónimas. “Mira, el recibimiento fue por todo lo alto, con honores de Estado: hasta limpiaron los vidrios por fuera y aspiraron la alfombra y todo. Sí, limpiaron los vidrios, con agüita, vinagre y periódico, pues. Además encargaron huevitos de codorniz y le van a poner salsa rosada de verdad, no la mezclada con ketchup y mayonesa. Eso no lo veía yo desde cuando Fidel venía para acá. Lo que no me cuadra es que hicieron toda esa vaina para recibir a Santos. ¿No se supone que el tipo era un cobarde, un apátrida, un lobo disfrazado de Caperucita y una indigna marioneta de Bush?” nos comentó nuestro informante, mientras tapaba con pintura un graffiti en el Salón de los Espejos, que decía “Raúl Reyes was here”.

Pudimos conversar con miembros de la comitiva diplomática de Colombia, que mostraron prudencia a la hora de hablar de esta “renacida” relación. “Preferimos no comentar nada. En nombre de la amistad, le trajimos al presidente Chávez lo que nos pidió: aceite, papel tualé, jabón, desodorante y café. Pero hasta ahí, igual estamos recelosos de todo. Solo espero que no vayan a meter nuestra caravana por la plaza esa de Marulanda. Sería como de mal gusto, ¿no le parece?”.