Hoy en la tarde los súbditos británicos se volcaron masivamente a las calles para celebrar el nacimiento de un nuevo miembro de la Corona, a quien tendrán que mantener a todo lo largo de su vida.

Alisa Anderson, secretaria de prensa del palacio de Buckingham, fue la encargada de hacer pública la noticia, que llenó de alegría a los contribuyentes del Reino Unido. «Para mí es una inmensa alegría informarle que el día de hoy, a las 4:24 PM, ha nacido el hijo de los príncipes Guillermo y Catalina, un niño que se convierte en el tercero en la sucesión al trono y en la más reciente adición a la larga lista de personas que debemos mantener con nuestros impuestos. ¡Dios salve a la Reina y la preserve de trabajar!» afirmó en su escueto comunicado Anderson, antes de añadir, de manera extraoficial, su propia impresión personal. «Por fin los británicos sabemos que podremos hacer con los enormes excedentes de capital que nos habían quedado fríos luego de la muerte de la princesa Diana».

El niño, que aún no cuenta con un nombre, se suma al hijo de Shakira y Piqué y al bebé de Kim Kardashian en la lista de una nueva generación que se prepara para llenar sin mérito alguno, en un futuro no muy lejano, los titulares de la prensa mundial. Una señora gorda, malvestida y menopaúsica que se gana la vida hablando de estas pendejadas frívolas en E! nos dijo que esta podría ser la señal de que una raza superior estaría llenando de esperanzas el futuro de la humanidad, pero el nacimiento de otros 350.000 bebés que también vinieron al mundo hoy (y que deberán trabajar millones de horas como secretarios, pasantes subpagados, vendedores de zapatos o choferes de autobús para poder siquiera aspirar a tener la milésima parte del nivel de vida de estos bebés) la desmintió de inmediato.