Mientras hacía su tercera hora de cola para comprarnos pollo, nuestro pasante subpagado conversó sobre la situación general del país con Luis Pirela, un venezolano desempleado de 33 años de edad. Pirela aseguró que salvo algunos detalles, como las detenciones arbitrarias, el absolutismo, la represión desmedida, el cierre de los medios de comunicación, el uso de la justicia para criminalizar a la oposición, la violación a los derechos humanos y las garantías constitucionales, en el país hay plena democracia.

«Aquí lo que hay es que sentarse ambos lados… claro, primero tendrían que salir de la cárcel los presos políticos y los estudiantes que todavía están presos sin juicio»

–Luis Pirela

«Todo lo que está pasando está mal, pero tampoco es para tanto. Que se llevaran a Ledezma a los coñazos fue una detención arbitraria, pero hay que ver más allá de eso. Por ejemplo, yo estoy aquí hablando del tema. Bajito, y volteando a cada rato; pero aquí estamos hablando. Si hubiese una dictadura yo no podría estar aquí diciendo esto» afirmó Pirela, segundos antes de callar porque pasó el Guardia Nacional que marcaba con números en los brazos a los que estaban en la cola. «¿Dictadura? No vale, yo no creo. Aquí lo que hay es absolutismo, totalitarismo, una élite militar que nos gobierna y no nos deja protestar, grupos paramilitares armados que le disparan a la gente y si nos vamos por ahí, conseguimos cientos de violaciones más a la Constitución. Pero eso no quiere decir que la democracia no esté bien. Al revés; quitando esos detallitos, el sistema democrático está garantizado» dijo Pirela mientras se hacía pipí encima porque vio a alguien pasar con una franela roja.

Luego de comprarle a un buhonero una servilleta para secarse el pantalón, Pirela propuso soluciones a la crisis política actual: «Aquí lo que hay es que sentarse ambos lados, a respetarse las diferencias y a establecer una comunicación fluida, para negociar y salir de todo este peo. La democracia es buena porque permite eso. Claro, primero tendrían que salir de la cárcel los presos políticos y los estudiantes que todavía están presos sin juicio, reponerse de las torturas y todo eso, pero eso es harina de otra costal» exclamó Pirela, quién tuvo que interrumpir su discurso porque la Guardia Nacional Bolivariana disparó una lacrimógena a la cola creyendo que era una protesta.